jueves, 26 de agosto de 2010

Efecto dominó.

Se levanta de su mesa. Deja lápiz, pluma, tinta y papel ordenados minuciosamente paralelos al marco de la superficie. Una ligera inclinación, una de las patas está coja, tal vez ya olvidaron arreglarla; lápiz, pluma y tinta se precipitan hacia el suelo sin que nada pueda detener la cadena de hechos. Un pequeño estruendo hace que el resto de la sala se percate de la presencia de la muchacha. Suelo manchado, ella se agacha, él se levanta, se da cuenta ¿Por qué no la había visto antes? ¿Acaso no recordaba la noche pasada? La conoce. -"De cómo una mesa coja une a dos conocidos"-.

-Una pequeña mentira llegó al final de mi vida, por cobarde me mató.
Había escrito en el papel.

A. solo se acuerda de 4 cosas:
La primera es que se levantó esa mañana sin ganas de trabajar, sin ganas de hablar, sin ganas de ver a nadie y sin ganas de pedir perdón.
La segunda viene relacionada con el pasado, querer olvidar y no poder. Nadie nos puede obligar a ser quien no queremos ser, pero no vayamos a engañarnos, si hemos sido "Alguien" no podremos borrar ese nombre jamás.
Tercera, todo parecía normalidad absoluta, y la pesadilla optaba por llegar a su final.
Cuarta y más importante, haciendo honor al gran título, esa pequeña mentira... ¿Qué mal podía hacer?

Lo que me da por entender y por acabar deduciendo, viví una mentira, me la creí, soñé con burlar la seguridad de los demás y saltar a mi propio subconsciente... Y al final esa mentira podía haber acabado conmigo, es más, debería. Debió. Debe.

A todos los afectados, va por vosotros, perdón y más perdón, lo único que puedo ofreceros ¿Palabras? Dudo que nunca más las creáis ¿Hechos? Para qué, si lo sé, si lo intuyo, volveré a ser quien era, volverá a suceder, no escarmiento, solo os pido perdón.

Y contenta con mi letra, subo al cielo y bajo al infierno, doy mi último suspiro y sonrío esperando ver los rostros de cada uno en este segundo eterno.

O al menos eso me contó, todo aquello que había escrito en ese papel, el papel con la tinta de la pluma y las correcciones del lápiz. El chico que la salvó de la caída desde el Quinto piso estilo Titanic. La chica que mintiendo quiso ponerle fin a un día más.







2 comentarios:

  1. Que bonito =)
    El haber sido "alguien" no lo podremos borrar, pero si transformar.
    Un beso.

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  2. Joder..
    Cada entrada tuya me deja sin palabras.
    Un besito.

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