miércoles, 15 de septiembre de 2010

Sigo sin querer despertar.

Que se os sea leve... :

Sigo sin saber donde esta la realidad,
donde acaba este sueño
y donde vuelve a empezar.

Pero sigo sin querer encontrar el camino
el camino que me llevó a ese destino
del que dicen que no paro de hablar.

Sigo buscando otro motivo,
otra razón,
otro flechazo...
otra lámina del libro.

Ese marcador que escribe el ahora
un simple trozo de nunca jamás,
dos papeles juntados entre sí
que indican la mía y tu mitad.

Ahora sigo cantando palabras
palabras sin sentido,
sentimientos de un momento
y momentos que dan marcha atrás.

Ni rimas, ni palabras, ni lógica;
ni criticas, ni olvidos, ni comentarios;
ni holas, ni adioses, ni gritos de una niña desesperada;
ella no se acuerda de como pensar,
ella no se acuerda de como hablar.

Sigo sin querer ver la película
sigo sin mirar al malo del turno siguiente
sigo sin poderte olvidar...

















Lo sé. tengo que dejar de escribir a estas horas.
a. no se encuentra muy inspirada ultimamente, os ruega que la perdonéis.



miércoles, 8 de septiembre de 2010

Desde el tiempo me perdí.

Puede que a nadie le importe el tiempo en le que sucedió, pero la ignorancia de algunos les va a ocultar de las maravillas que podrían descubrir en el tiempo de la nada y el tiempo del todo.
El día en el que todo su mundo se derrumbó de golpe y se levantó en silencio sobre los cimientos de cristal más caros del reino.



Llego tarde ¡llego tardísimo! Pero tenía que elegir, rosa-verde-o-azul... o no, ninguno de los tres, blanco ¡sí! Ese color que resalta bajo mi pelo oscurecido y mis ojos almendrados.
Acaba el verano y empieza el otoño, se avecina... ya lo oigo, aquí es donde quedamos la última vez que sentimos nuestros suspiros ¿Pero se acordará de mi? Que más da, le deseo, quiero volver a ver su rostro y rozar su piel cual mariposa que vuela sobre las flores recién nacidas.

¿Qué es lo que más me gustaba? Sí, estoy segura que era su sonrisa... o esa manera de mirarme tal vez... ¡no! Era su voz, eso, eso es lo que me llamó la atención aquel atardecer bajo la arboleda del fondo girando a la derecha, no fue ni un hola, ni un adiós... fue el principio de una conversación que aun no ha terminado y que sin quererlo llegó al centro de un corazón perdido.

Quedan... ¿1O minutos? Sigo andando, sigo pensando... es la ilusión, los nervios y la alegría de un reencuentro distinto, ambos especiales en medio de una tierra tan común como sentarse un domingo en dos sillones, sin palomitas y nadie con quien compartirlas.
Me dicen que no me arriesgue pero así no hay manera de ganar, la confianza lo era todo, esa fue nuestra promesa y ese es el último recuerdo.

TIEMPO A: Aun no se sabe si del sueño despertó, una ligera brisa la tiró al suelo, o si mientras intentaba sonreír con unos labios naturalmente ablandados... a nadie encontró.
Puede que ella se equivocara de día, de sitio, de lugar, de tiempo o de historia. Sí... fue eso, ella se ha equivocado de persona, ha elegido mal y debería haberse quedado continuando el final.
Solo pensaba que le gustaba su forma de mentir...

TIEMPO B: Arriesgó pese a tener miedo, más miedo que nunca, había dejado largas páginas atrás, pero ahora es cuando ha decidió romperlas y empezar de nuevo, con una nueva escritura, con un nuevo tiempo y un nuevo lugar... ganó, y acertó con el otro nombre.


Pero no era una princesa ni una plebeya la que empezó a contar el cuento, fui simplemente yo.