martes, 29 de junio de 2010

Carta a un soldado

Querido Andre:

Oh... Hace tantos meses que no sé nada de ti, que no recibo ninguna correspondencia, nadie en el pueblo tiene noticias de ninguno de tus compañeros y desde aquel día... el fatídico día cuando nos dijeron que os habían tendido una emboscada... se que muchos perdieron la vida, otros permanecieron presos en las prisiones enemigas y los demás... dicen que hubo un grupo de supervivientes...
Pero entiende mi sufrimiento cuando digo que no sé si estoy hablando con mi difunto prometido o tal vez un fugitivo, que a pesar de todo el amor que me prometió ahora en su mente solo tiene cabida el instinto y el ansia de muerte... muerte por todos esos amigos perdidos y aquellas víctimas que siquiera algún día volverán a ver la luz del día más que de entre los barrotes que se encierran dentro de unas cárceles faltas de humanidad.

Yo te pido querido y no quiero extender más mis pobres palabras, que vuelvas, que vivas, que encuentres un sentido para dar un paso más, para encontrar el camino a nuestro hogar.

Que dios vaya contigo y cure tus héridas.
Tuya por siempre:

Catherine


jueves, 24 de junio de 2010

sin sentido y una vida

Cuando empiezo a escribir cosas sin sentido puedo pasarme horas consumiendo todas las ideas que rondan mi cabeza y soltando cada silaba que marca una personalidad perdida y con ganas de psicólogo.
Tan fácil como mezclar sonrisas y llantos sin sentido para crear un amanecer en la orilla de un mar que estuvo a punto de desaparecer.

Un estado de felicidad infinita y dos canciones menos para recordar. Todo es cuestión de seguir expresando sin importar quién o qué digan.

Cántale al viento, susúrrale a ese vaso de agua, cómete una pizza a las 5 de la mañana, llama y grita tan fuerte como puedas... TE QUIERO! TE ODIO! DÉJAME EN PAZ Y NUNCA MÁS VUELVAS A ALEJARTE DE MI LADO PORQUE QUIERO VERTE HASTA QUE TUS OJOS PIERDAN TODO SENTIDO!

Nada más lejos de una tarde con caramelos de coco y azucar glass, cierra los ojos.

Ahora sí, ya se entiende todo, siguéme el juego... ¿Quieres?
-CUENTA! ----> one, dos, trois, quatre.... TIEMPO! ...Ahora te toca a ti.

martes, 22 de junio de 2010

¿Es cierto? ¿Soy una soñadora?

El primer día del resto de mi vida... vale, no es una frase sacada de mi cosecha, pero es buena no me lo negaréis, y lo mejor de todo es que es cierta y ahora mismo no sé distinguir entre realidad y ficción, sobretodo porque le ha dado a todo ser existente por mentir -Exacto, hasta mi gato miente-, por tanto encontrar una frase cierta es un logro difícil de ver en estos tiempos, son tiempos difíciles para los soñadores -Amelie-.
Porque por mucho que lo intento no puedo dejar de inventarme pequeñas historias sobre mi misma, en las que el mundo gira a mi alrededor y el cuento tiene un final feliz.
Pero lo único que consigo con esto es mentir, mentir y mentir, no hay final feliz ni nada gira alrededor de nada, soy un simple peón en una gran partida de ajedrez y otro peón me está obstaculizando el paso para que no pueda seguir adelante... lo mejor de todo es que ni siquiera he salido de la casilla inicial, mi casilla, y la única manera que tengo ahora para moverme... es comiéndome a alguien cuando tenga la posibilidad.
Eso es lo que acabo deduciendo después de todo el amor visto y por ver -inexistente-, que el mundo sigue adelante a costa de los demás, no se puede lograr el éxito sin haber pasado sobre el cadáver -perdón por la expresión- de peones que ni siquiera tenían la culpa, solo se ponían una casilla en diagonal hacia ti... muchos no tenían mala intención, otros pretendían comerte, con lo que habértelos comido... es un poco más justificable por qué mentirnos, las cosas son así.

Un consejo para todos los soñadores, no dejéis que os coman ¿Sois soñadores no es cierto? Entonces me entenderéis, veréis, inventad vuestras propias reglas en este gran juego y saltad a cada peón, torre... todo lo que encontréis por delante, si lo hacéis bien ni se darán cuenta, el mundo está demasiado centrado en sus propias reglas como para darse cuenta de las de los demás.

Son tiempos difíciles -Lo son, lo son...- pero no imposibles -Lo imposible simplemente no es cierto-.

lunes, 14 de junio de 2010

Mantequilla a la carta

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Necesito... necesito volver a esas calles donde me cogías de la mano, y con los ojos cerrados me llevabas a través de ese callejón de las casas con colores del arco-iris. Aun recuerdo como nos sentábamos en el bar de esa pequeña plaza con la fuente de agua salada, después de tomar un vin-chaud me alzabas en volandas y nos marchábamos corriendo sin pagar...

Cuánto pude llegar a reírme ese día, esta vez me llevaste cerca de la Tourre Eiffel. Nos sentamos en el césped, era de noche, y todas las luces de esa misma ciudad, la ciudad de la luz, la ciudad del amor... parecía iluminarnos solamente a nosotros dos...
Quería con todas mis fuerzas abrazarte y no soltarte, pero tu me acariciaste el pelo y empezaste a cantar, esa canción como si fuese una balada... mi balada...

Nous on fait l'amour on vit la vie
jour après jour nuit après nuit
a quoi ça sert d'être sur la terre
si c'est pour faire nos vies à genoux
on sait que le temps c'est comme le vent
de vivre y a que ça d'important
on se fout pas mal de la morale
on sait bien qu'on fait pas de mal...

¡Roméo et Juliette! Toi et moi...
Fuimos uno para el otro como la mantequilla untada para la baguette.
Desperté la mañana siguiente sobre las sábanas de un pequeño piso parisino y me daba igual que el día siguiente tuviese que irme de esa ciudad, huir para siempre... porqué esa mañana la temprana luz del sol iluminaba tus mechones de pelo rubios, dorados, quería estar contigo, ya lo tenía claro...
Una elección, huir sola o quedarme a tu lado y morir, estaba claro cual era mi decisión y creo que nunca lo había tenido tan claro...

Por qué te escribo esto te preguntarás, soy una huérfana de 17 años a la que se le viene grande el mundo. Mis tíos ya han partido hacia una tierra más segura hace dos días, y yo te esperaré... en aquel rincón de donde me cogías de la mano, en aquellas sábanas con perfume de lavanda.

domingo, 13 de junio de 2010

Esto no es un cuento de hadas

-¡¿Cómo dices?! Deja los deseos un ratito ¿Me oyes? Lo siento pero creía que tu eras N..O..R..M..A..L -La verdad es que siempre había pensado que este muchacho tenía algo especial ¡Pero no pensaba que necesitara un psiquiatra!-.
-No, a ver ¡ Escúchame de una vez! Ya se que no es fácil de entender, pero Alice escúchame ¿Te he mentido alguna vez?
-Por ahora no... -mmm... ¿Por ahora no? En estos momentos me estas mintiendo ¡Peor! ME ESTAS TOMANDO EL PELO GUAPO ¬¬-.
-Entonces no entiendo por qué te resulta tan difícil entenderlo, te lo estoy diciendo, estoy aquí por ti, solo por ti, eres la razón de mi existencia...

Bien, lo sé, tal vez me pasé, tal vez no tendría que haberme ido de allí dejándolo plantado como un helado de nata con chocolate derritiéndose bajo el sol... Pero tiene que entenderlo... No se puede engañar a una chica de esa manera, y menos aun si esa chica está locamente enamorada de ti desde que llegaste a la ciudad en principio de curso... -Será Barcelona, que ha acabado afectando a todos sus sentidos... ¡Una pena! Era el chico perfecto, pero está loco, loco, LOCO!- Pero él nunca... nunca me había dicho algo así, admito que cuando la frase "Eres la razón de mi existencia..." salió de sus labios -Esos labios tan besables! Que remedio... estará pirado de la cabeza... pero me ATRAE...- me hizo la chica patosatímidaingenuatontaeinocente más feliz incluso que blancanieves con su príncipeperfecto. Pero eso ya era demasiado ¿Cómo podía reírse de mi de esa manera?

-No me digas eso... Sabes lo que siento, lo que sentí la primera vez que te vi ¿Crees que es fácil vivir a tu lado cada día sin poder tener más que un abrazo tuyo?
-Alice cierra los ojos, por favor no pienses en nada más y no lo ignores, es así, no puedo hacerle nada, vine aquí... PORQUÉ SOY UN HADO, TU HADO...

Señores... mi mejor amigo...el chico del que llevo tanto tiempo enamorada... es un hado... mi propio hado...

miércoles, 9 de junio de 2010

Le Collier

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Su nombre era Valentine, tenía el pelo rubio ceniza y unos rizos que le caían hasta mas abajo del hombro dándole un aspecto inocente aunque parecía mucho mayor de lo que en realidad era. Su vida, su luz, su esperanza... el todo era su mejor amiga, habían crecido juntas y el lazo entre ambas era mayor cual lazo entre dos hermanos. Se llamaba Mireille -y sus ojos verdes...era eso, sus ojos-y nunca nunca nunca jamás le había fallado.

A Valentine le entró una duda. Hacía unos meses había estado en casa de los Moreau y sin permiso cogió la gargantilla preferida de la hija de estos -También hay que decir que a pesar de que Valentine era pobre, tenía cierta tendencia a la cleptomanía-. Mireille apoyó a Valentine en todo lo que pudo, esta cayó en una gran depresión pero con todas sus fuerzas e iluminandole el camino con sus verdes ojos, le ayudo a superar esta mala racha.

Era Jean-Baptiste, un muchacho presuntuoso, el mejor amigo de la primogénita -Sí, la dueña de la gargantilla, Jacqueline- de los Moreau, por sorpresa de todos, sabía cual era el crimen cometido por Valentine y sin un porqué -Tal vez sí, pero este es totalmente desconocido- se lo contó a la tan querida heredera Moreau. El grito y enfado de esta fue oído por todo París.

Nunca se lo habría esperado Valentine, nunca. Mireille lo sabía, Jacqueline se lo había contado mientras tomaban un croisant delante de Notre Dame... Sí, era Jean-Baptiste el soplón -Maldito bastardo...¬¬ -.

Y Mireille... Oh Mireille! Cuanto lo siento! Cuanto siento haberte fallado, tanto que hayas perdido la confianza en mi... Aunque no sepa seguro que hayas sido tu... Sabes que siempre te amaré, como a una hermana, más que eso... mucho más... Como a una gemela...

lunes, 7 de junio de 2010

Colores

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Era distinta la forma en que miraba a los demás, sus ojos brillaban cada vez que se fijaban sobre un algo especial.
En su mundo todo era de color y había sabido reponerse decepción tras decepción porqué... sí, sus ojos tenían una luz especial que le ayudaba a iluminar su día a día con un matiz distinto para cada momento.
No tenía miedo a nada, su animal preferido era la mariposa, su color el arco iris, su juego el escuchar y le encantaba comer chocolate caliente las tardes de verano aun que hiciese demasiado calor.
Le encantaban las risas, siempre intentaba buscar la suya propia pero no entendía que la suya era una mezcla de todas esas que tanto le gustaron alguna vez.
A la chica del pañuelo azul le gustaba bailar bajo la luz de la luna esperando a su príncipe verde, algún día llegaría, estaba segura de eso.

El domingo pasado la chica perdió su pañuelo, aun así, sigue regalando una sonrisa y un guiño de ojos a cada mirada triste que vuela sin rumbo fijo...

Próxima parada: Playa, arena, mar... Mediterráneo.