sábado, 9 de abril de 2016

Sideral



Supersticiosos. La causalidad del espacio sideral es una variante de la teoría de conjuntos vacíos que se contienen a sí mismos. Puedes comprenderlo pero no imaginarlo. O al revés, sinceramente no lo sé. Al final terminaremos por pensar que esto de irnos a la cama y luego dormir en el suelo es de una lógica indiscutible. Si la lluvia hubiese caído hacia arriba seguiríamos sin extrañarnos —seguiría sin extrañarnos— ¿Se dice así? ¿Caer hacia arriba? Debería haber estudiado meteorología y descubrir el agua subiente. 

Me extraña que consigas beber del revés sin tener hipo, y que después de la tormenta llegue la calma.


jueves, 24 de marzo de 2016

Aristas.

Aristas. Que de frente se plantan con delirios de grandeza y amenazan con hacerse dueñas de sí mismas. pero me dices que no les tienes miedo porque no son tan punzantes como sugieren, tampoco invulnerables, tan poco abismales. A mi siempre me han contado que las advertencias eran sinónimo de hostilidad. Así que andiamo presto antes de que nos hagan parecer un colador de ideas. Ahora te aceleras. Tómate un Diazepam, dicen que calma los nervios. Si no siempre puedes dejar que te alcancen, o empezar a lidiar con los frentes agudos. Lo preocupante sería que te lo tomaras a la ligera como aquella vez que te caíste al suelo y le hiciste un corte de manga, sin reparar en el rasgado del pantalón. 
No verás ningún existencialista que permanezca en vilo.

sábado, 20 de febrero de 2016

Ceci n'est pas moi


Quizás no es hasta cierto punto de la tarde cuando por lo general todos tomamos por costumbre hablar de lo que jamás habla, y entonces la pasividad nos envuelve hasta la mañana siguiente, cuando volvemos a ser nosotros mismos —para algunos afortunados—. Puede que lo hagamos sin querer y que sea consecuencia de esa misma despreocupación que se acumula en todo el cuerpo. Hace harto tiempo que es el fenómeno más rico de la ciudad. Outsiders

—Y los uniformes, no tengo claro si odio más los uniformes o quien los lleva sin saber por qué. Fíjate en ese grupo, demasiado atentos a la sincronización, como si fuesen a perder el rumbo con un leve descoordinar de la formación, no creo que sepan que los pasos no se cuentan de uno en uno. Seguramente llegarían al mismo maldito lugar aun sin proponérselo, me recuerdan a las luces de las luciérnagas. Se me eriza la piel sólo con pensarlo.  
—Pero tú no luces.
—Entiéndeme, es retórico. Pero no entiendes la retórica. Pragmática de día, pragmática a través del reflejo del agua de aquel charco que se formó anoche mientras llorabas, pragmática en todo momento menos cuando te duermes y entonces dejas de ser pragmática para dejarte imaginar como todo aquello que es susceptible a producirse. 
—Eterna. Ceci n'est pas moi, ni nada que se le parezca—. Casi por inercia, pidió otra copa. 
—Deberías dejar el vicio de confundirte con la eternidad. Además, ni siquiera quise decir eso.
—No lo sé ¿dónde estamos?
—En Andrómeda, tal vez.




sábado, 6 de febrero de 2016

"Un, dos, tres..."

A lo largo de esa hora debía estar en un sueño acaramelado, aquel que nunca se cumple y que tiene la tendencia de atravesar el optimismo, pero la eternidad seguía fuera de su trayectoria y cuando evito todo ese estupor sospecho que vuelve a reiterar en los absurdos.

— "Si la calle está vacía muérdete la lengua y cuenta hasta diez."

Entonces salgo porque ya suma uno y ahora es bisiesto, así que tengo el bohemio subido y empiezo a conocer Cortázar porque se me cayó una piedra del bolsillo y creo que la había llamado por el mismo nombre. A ver cuánto me dura la costumbre de mirar a través de la ventana de mi habitación del fin de semana.

— "Un, dos, tres..."

Oigo el cuchicheo de las botellas de vino blanco partiéndose el cuello de tanto esperar a algún imprudente que las embriague, y luego permanecen aturdidas tal vez guardando la voz para no seguir ahogándose, sólo hasta que amanece y sin embargo sale el sol y ahí siguen danzando hasta el do. Y cómo podría vivir sin el café de madrugada. 

Levitas tan pronto como te sacia la soledad, cuéntame cómo es eso, cuéntame hasta diez. 


lunes, 9 de noviembre de 2015

Quan parlo d'allò bell.

Sóc una bella al·lusió a la seducció que es troba en desacord amb el vel de l'aparença; entre llenços i veladures em vaig amagar sota el traç d'una ma condemnada a la melancolia. I aquella ma maleïda, que temia deixar-se anar per distracció, es va perdre a si mateixa. Llavors, per redimir-se m'envoltà de tres-cents pinzellades d'aigua cristal·lina, i quan va poder desfer la tela, l'únic que va quedar fou el seu reflex. 

Si em dónes un somni hermètic poster m'hi quedi per sempre, perquè no tinc més remei que sortir i presentar-me de les formes més inversemblants, i tants han sigut fins ara els medis pels quals m'han anomenat, que si esculls un adjectiu a l'atzar, et diran que al meu costat és inapel·lable. 

Fujo de la temporalitat, em determina, i jo sóc indeterminable. Com un verí curatiu que tot ho abasta, a la vegada inexorable. Si alço el vol, em transformo en tot allò que et pot delectar. 

Sóc una veu que s'autodesplega i no s'apaga, 
com Alícia caiguent pel cau de la llebre que mai no arriba, 
i de tant en tant dolça, i d'altres geminada.