domingo, 14 de noviembre de 2010

Cuándo un sábado deja de ser sábado.



Dicen por ahí, no se si será una leyenda urbana, que cuando un sábado deja de ser sábado significa que estás empezando a perder el norte.

Un mal día lo tiene cualquiera, sí ¿Pero quien tuvo el peor día? .. Egocentrismo es creerse la persona mas desdichada, puesto que todo es cuestión de perspectiva. La vida es relativa y ya puestos el ser humano también. Entonces si la vida es relativa ¿Puede un sábado ser relativo?

Creo que mi sábado dejó de ser sábado, creo que perdí el norte, creo que empecé a ser más relativa que nunca, y mas subjetiva que ninguno. Mi sábado fue... mi sábado no fue:

Dos cubatas hicieron falta para que me diera cuenta, White label con Sprite y muchas muchas horas por delante. Y... me dí cuenta;
Cuenta de lo poco que vale un trabajo de biología después de 2 días leyendo un libro de 3OO páginas y 18 preguntas mucho más que extensas por delante...
Cuenta de que la media de bachillerato va a ir aun mucho más en declive, pero mucho mucho mucho más. Proporcionalmente a las horas que me paso estudiando.
Cuenta de que no, no sé escribir ni me llevará a ningún lugar. Miento, me llevará a lo anterior.
Cuenta de lo inútil que es aprender castellano antiguo hoy en día, cuenta de lo imbécil que me siento al no entender otras 3OO páginas que deberían construir mi día a día.
Cuenta de lo poco que confié, confío y confiaré en quién más debería confiar. Miedo a no volver a ver una simple mirada o a no sentir el primer suspiro.
Cuenta de olvidar miles de segundos traducidos a madrugadas de conversaciones que parecen perdidas bajo la vista de un ángulo que está escrito en otro dialecto.
Cuenta de lo a gusto que se está un jueves en la calle mientras el resto buscan la definición de realidad y verdad.
Cuenta de que lo que más le apetece a esta pequeña idiota es coger esos tacones del fondo del armario, olvidarse de la inútil misión de dejarse el pelo largo y ¿por qué no? Dejárselo por encima de los hombros.
Cuenta de que por mucho que me tinte el pelo de negro seguiré siendo pelirroja. (Cuenta de que queda mucho mejor lo natural...).
Cuenta de que la ralla del ojo cada vez es más larga y negra, y no, no tapan esas oscuras ojeras.
Cuenta de que la palabra lamentable nunca me había descrito mejor.
Cuenta de que alegrarme del hecho que la ropa me quede ahora mas grande es una IDIOTEZ.
Cuenta de que le sigo echando de menos.
Miedo a querer.
Cuenta de que quiero cambiarle la vida a Alicia...
Cuenta de que esto no es precisamente la descripción de un sábado y que ya se me ha vuelto a olvidar qué y cómo escribir.

Un sábado que no fue sábado. Un sábado que sirvió para decirle a cada célula de mi cuerpo que me gustan los Artick Monkeys, que odio sonreír cuando quiero llorar, que adoro a los Beatles, que no tengo paciencia... y que solo voy a perder aquello que menos quiero perder.


Me lo merezco por tonta.

6 comentarios:

  1. ¿por qué ser alicia si tu puedes hacer de tu vida un sueño?
    un saludo y de regalo un helado
    nos vemos en el baúl de Coquette

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  2. Muchas gracias! El problema es cuando los sueños se convierten en pesadillas, aunque no tiene porque pasar ^^

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  3. Pero aún te quedan muchas cosas buenas de las que darte cuenta :)
    Un beso =)

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  4. Es cuestión de aprender a mirarlo todo con otros ojos...
    Diezbesosdemariposa
    Bueno, eso, y una seguidora más que espera sacarte una sonrisa.

    http://habitacioncolordefresa.blogspot.com/

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  5. se tu, y aunque cueste sigue adelante,,
    piensa que en esta vida no vamos a parar de tener baches y hay que intentar superar cada uno de ellos..yo para lo que pueda estoy aqui por si necesitas ayuda ;)
    un besitoo y te sigoo =)
    http://miagradableobsesion.blogspot.com/

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  6. la foto es genial y también lo que has escrito!

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